MEMORIA TÉCNICA El barrio como proceso

La propuesta se fundamenta en entender el territorio y la conformación de ciudad como un proceso vivo de transformación, entendiendo como tal tanto el crecimiento como el decrecimiento. El barrio (‘urbs’) se concibe como soporte físico en permanente adaptación y equilibrio con las necesidades de los ciudadanos (‘civitas’) y con los cambios socioeconómicos y de gobernanza (‘polis’), ambos siempre en evolución.

Este planteamiento permite abordar una urbanización y edificación progresivas, donde el valor de la continencia en la inversión en el contexto de crisis inmobiliaria español y sobreoferta de viviendas tiene especial sentido. El proyecto posibilita que la ciudad crezca sólo lo necesario y que a lo largo de todas las etapas de ese proceso tenga lugar un hábitat saludable, dinámico y equilibrado en el contexto socio-territorial, donde el usuario es el protagonista.

El desarrollo urbano previsto está basado en un soporte de bloque alineado a la calle y plantea la topografía como unidad de desarrollo con una trama que separa tres tipos de flujos: el tráfico rodado, el peatonal urbano y el paseo ajardinado.

Los bloques se ubican en relación a la pendiente, apostando por una buena orientación y ventilación de todas las viviendas y dibujando unas líneas que se superponen a la trama propuesta de calles generando visuales hacia Collserola y espacios públicos y semipúblicos de sugerente valor y de muy variados usos.

La propuesta plantea también formas de tenencia y gestión colectiva de los edificios de viviendas y de parte de los espacios exteriores, alternativas al alquiler y a la propiedad tradicional, que entre otras ventajas facilita la gestión ecológica de agua y residuos, así como la optimización de los recursos energéticos.

Las tipologías de vivienda planteadas se abordan desde la flexibilidad espacial, mediante estrategias de elasticidad y adaptabilidad tipológica a lo largo de su ciclo de vida, en función de los cambios de las necesidades de sus usuari@s.

Es una propuesta actúa con un gran respeto al lugar, que se adapta al máximo al sustrato preexistente y que permite un crecimiento pausado y adaptado a las posibilidades reales de la demanda.