La propuesta se inserta en el paisaje fronterizo de Olivenza de una manera contemporánea, toma como punto de partida el orden y la geometría angulosa de la arquitectura militar, las chimeneas de las casas de origen portugués, la austeridad de los materiales en su estado natural…mármol, madera, acero, cristal, tela.

El baluarte Se plantea un crecimiento del edificio bajo el nuevo paseo del baluarte en dos niveles. A nivel de calle se sitúa el aparcamiento con la zona de servicios e instalaciones. Encima se ubica el nuevo salón de eventos con la zona de servicio/cocina y almacén. Una nueva pieza “conecta” en la esquina norte, con el convento, planteando un nuevo núcleo de comunicación vertical de servicio con ascensor y montacargas, que distribuye y conecta las cocinas, la cafetería, la lavandería, el almacén, etc.…

El convento. En la planta baja del convento se ubican la recepción y demás servicios en el lado sureste hacia la plaza de San Juan de Dios, el restaurante en el lado noroeste, y en la nave noreste seis habitaciones iluminadas a través del patio longitudinal.

En planta alta, coincidiendo con el nivel del paseo del baluarte, se encuentra el resto de las habitaciones. Éstas se distribuyen a dos niveles, planta y entreplanta. En la pared de la iglesia que da al patio se pueden ver claramente los restos de una antigua galería que cerraba el patio, hoy desaparecido. La propuesta plantea la “reconstrucción” de este cuarto lado con una galería en planta baja, cerrando así el recorrido en torno al patio, y permitiendo un mejor acceso al ascensor existente y al restaurante sin tener que pasar por la entrada a las habitaciones en planta baja. Con este mismo principio de reorganización espacial del convento, en planta alta, se plantea un nuevo “brazo” de habitaciones. Las galerías se mantienen como elementos distribuidores y además se convierten en zonas de estancia y descanso.